Friday, April 4, 2008

Alfombra Mágica


Hoy nos pasamos el día hablando de las importaciones de Asia. ¿Son buenas o malas para las economías occidentales? ¿Son buenas o malas para las economías asiáticas? Pero hubo una época en que las cosas de China y Japón eran exóticas y cotizadas. Y fue entonces cuando empezó Turkestán, y empezó la historia de tres generaciones de Juan Sastres.

Juan Antonio Sastre, abuelo del Juan Sastre hoy al timón, trabajaba para una empresa importadora y cuando el propietario se jubiló se quedó con el negocio e inauguró Almacenes Juan A. Sastre. Cuando su hijo se metió en el negocio, a mediados de los años 20, empezaron a importar alfombras y moquetas y más adelante montaron una fábrica para hacer alfombras, todas anudadas a mano, aquí mismo, en la calle Balmes. Trabajaron muy estrechamente con sus proveedores de Irán, Afganistán, Turquía … Después de aprender el negocio en la tienda (hay tocarlas para conocerlas, le enseñó su padre,) y después de estudiar en Inglaterra (¿sabías que hay importantes escuelas de alfombras cerca de Birmingham?) el hijo del hijo por supuesto también Juan Sastre, empezó a viajar con su madre para visitar a los proveedores.

Desde entonces ha este Juan Sastre ha estado en todas partes (donde hacen alfombras,) y ha visto cómo las tribus del sur de Irán cuidan de sus ovejas, ha visto la lana teñida de azul – sale amarilla de al cuba y se oxida a azul, pasando por el verde durante unos minutos, y ha visto alfombras impresionantes salir de entre chabolas y pollos, salidas directamente de la imaginación de los tejedores (aquí se trabajaba con dibujos en papel cuadriculado a tamaño real) y por encima de todo ha visto que la lección más importante que aprendió de su padre, “la calidad es negocio,” es más verdad que nunca. Los Sastre saben que cada alfombra tiene alma – por esa razón las escogen una a una, y también ésa es la razón por la que el ADIFAD acaba de organizar un homenaje al segundo Juan Sastre que impulsó el negocio y supo reconocer la historia detrás de cada diseño. Cuando la fábrica cerró en 1997 no se tiró nada– todas las herramientas y maquinaria fueron a museos y en la tienda se guarda el archivo de dibujos (como el de arriba, de la alfombra de la capilla de Montserrat.) Eso sí es historia del arte.
Turkestan:
Rambla Catalunya 76
tel 93 215 2303