Cada seis meses un montón de guays y modernos de todo el mundo vienen de compras a Barcelona. No a las tiendas – eso también, pero su misión es comprar comprar comprar o vender vender vender en la feria de streetwear más grande de todas.
Lo bueno es que la cuidad se llena de chicos y chicas chic que hablan un montón de idiomas y aguantan tan contentos las larguísimas colas para comer algo o ir al cuarto de baño. (Ojo al dato: gracias B&B por habilitar un trailer de lavabos deluxe sólo para mujeres. Lo intentasteis.)
Aparte de buscar la próxima bomba (¿será shuttershades?) se pasa un rato entretenido, desde la zona de la entrada, donde estaban los aprendices de circo o los tíos tronchantes en chándal XXXL, a la nueva reencarnación del mítico CBGB o los uniformes (monísimos de la muerte) de la gente de la recepción. Había risas y carcajadas en abundancia, y era agotador. Nos vemos en Julio.
Lo bueno es que la cuidad se llena de chicos y chicas chic que hablan un montón de idiomas y aguantan tan contentos las larguísimas colas para comer algo o ir al cuarto de baño. (Ojo al dato: gracias B&B por habilitar un trailer de lavabos deluxe sólo para mujeres. Lo intentasteis.)
Aparte de buscar la próxima bomba (¿será shuttershades?) se pasa un rato entretenido, desde la zona de la entrada, donde estaban los aprendices de circo o los tíos tronchantes en chándal XXXL, a la nueva reencarnación del mítico CBGB o los uniformes (monísimos de la muerte) de la gente de la recepción. Había risas y carcajadas en abundancia, y era agotador. Nos vemos en Julio.