Cuando ya habías empezado a ordenar el armario para el Año Nuevo, llega el momento de más regalos. Aquí, las celebraciones tradicionales más importantes son las del día de Reyes, que marca el final de las fiestas navideñas. La cuidad vibra con la magia de navidad la tarde del 5, cuando el alcalde sale al puerto para recibir a los Reyes. Ellos siguen su cabalgata por la cuidad acompañándola de una lluvia de caramelos para los que se han acercado a saludar.
La Feria de Reyes que llena la Gran Vía desde Muntaner a Rocafort lleva allí desde el 21 de diciembre, y este año hay más de 300 puestos. Venden desde juguetes tradicionales hasta bolsos de cuero hechos a mano, pasando por el colmo del kitsch en forma de kits para pintar sobre terciopelo. Por supuesto allí encontrarás carbón de azúcar para los que han sido más malos que buenos.
Mañana la feria está abierta toda la noche y los puestos de churros con chocolate se convierten en puntos de encuentro para los exhaustos dependientes, que han soportado el día de compras más importante del año y luego se han quedado hasta muy tarde para preparar las rebajas que empiezan el día 7. Si pasas por la feria en busca de regalos de último momento o paseas por allí después de la cabalgata, no te olvides de buscar los coches y furgonetas rebosantes de juguetes que hay aparcados en cada esquina. Allí encontrarás unos abnegados voluntarios – compra un juguete en uno de los puestos, dáselo a ellos y se encargarán de dárselo a un niño que, sin vuestra ayuda, podía haber perdido la fe en la magia de estos días.